La novela en el Renacimiento

En el siglo XVI es muy importante la prosa de ficción, que da lugar a la novela. Se pueden clasificar las novelas renacentistas en dos grupos: novelas idealistas y novelas realistas.

    NOVELAS IDEALISTAS  (no reflejan la realidad)

  •  Novela sentimental: Procede de la tradición medieval. Suele estar escrita en forma epistolar (es decir, de carta), y su tema es el amor (tratado a la manera de la lírica cortesana del XV).
  •  Novela de caballerías: El héroe protagonista es un caballero que busca aventuras, defendiendo siempre la justicia. Además, es un enamorado galante y fiel en el amor. La acción sucede en tiempo indefinido y lugares exóticos; las aventuras son extraordinarias, y en ellas intervienen magos y todo tipo de seres fabulosos. Los libros de caballerías tuvieron un gran éxito en el siglo XVI. Destaca el Amadís de Gaula (1508), de Garci Rodríguez de Montalvo.
  • Novela pastoril: Sus protagonistas son pastores idealizados que viven amores virtuosos en medio de una naturaleza también ideal. Estas novelas son de imitación italiana. Destaca la Diana de Jorge de Montemayor.
  • Novela bizantina: Los protagonistas son una pareja de enamorados que deben realizar un largo viaje, en el que se ven obligados a separarse y vivir cada uno diferentes aventuras. Al final vuelven a encontrarse y consiguen la felicidad.
  • Novela morisca: Su tema es el amor entre personajes nobles, en el marco de la frontera entre árabes y cristianos; en estas novelas, las relaciones humanas aparecen idealizadas. La primera novela morisca es la Historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa, de autor anónimo.

    NOVELAS REALISTAS

  • Novela picaresca: Narración autobiográfica en la que un pícaro cuenta su vida, desde una situación inicial de marginación hasta su inserción en la sociedad. Las principales características de la novela picaresca son:
  1.  Tiene forma de autobiografía ficticia en primera persona (lo que no quiere decir que el narrador sea el autor de la novela).
  2. El protagonista es un pícaro, un marginado social marcado por el hambre y la soledad.
  3. Realismo: los hechos suceden en un tiempo y en un espacio cercanos al lector; se utiliza un lenguaje realista, los personajes se expresan según su cultura y clase social. Además, los hechos que se narran son totalmente verosímiles (es decir, creíbles).
  4. Crítica social: el pícaro va pasando por distintos amos, que pertenecen a diferentes clases sociales, lo que permite al autor ofrecernos un panorama de la sociedad de su época y ejercer la crítica social.

La novela que inicia el género de la picaresca es el Lazarillo de Tormes, obra anónima publicada a mediados del siglo XVI. El protagonista es Lázaro, un pícaro que pasa por distintos amos (un ciego, un clérigo y un escudero son los principales), y de su convivencia con ellos saca unas enseñanzas prácticas para la vida, que le llevan a preferir la deshonra antes que pasar hambre (Lázaro termina casándose con la amante de un cura). La obra es una especie de larga carta dirigida a un tal “Vuestra Merced” (una autoridad eclesiástica) a quien Lázaro, ya adulto, intenta explicar su situación actual (marido de la amante de un clérigo) partiendo de su niñez (a lo largo de la novela vamos viendo las situaciones de desamparo y miseria a las que debe enfrentarse el protagonista).

    Con el Lazarillo se inicia la novela moderna, entendida como relato verosímil de tono realista en el que el carácter del protagonista es fruto, en buena medida, del mundo que lo rodea.

    En el siglo XVII se siguió cultivando la novela picaresca.

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