LA NARRACIÓN
Narrar es contar hechos que pueden ser reales o imaginarios.
La narración es una de las formas de expresión más antiguas y de mayor tradición literaria. Es la base del cuento, la novela, la leyenda, el poema épico... También es uno de los componentes básicos de nuestra comunicación diaria con los demás.
Algunas características lingüísticas de la narración son
- Abundancia de verbos, puesto que en la narración se cuentan, sobre todo, acciones.
- Generalmente, los verbos suelen estar en pasado (pretérito perfecto simple y pretérito imperfecto: llegó, corría), ya que el narrador suele contar hechos ya ocurridos.
- Para evitar la monotonía, a veces se utiliza el presente de indicativo (llega) con valor de pasado.
TÉCNICAS EXPRESIVAS DE LA NARRACIÓN
En las narraciones también se utilizan otras técnicas expresivas como:
- La descripción, que sirve para explicar las características de objetos, lugares y personas que intervienen en la historia.
- El diálogo, que representa la conversación entre dos o más personajes. El diálogo puede expresarse de dos maneras:
-¿Estás cansado?-preguntó Carlos al ver la mala cara de Luis.
-Un poco, no he parado en todo el día.
Estilo indirecto: conocemos las palabras de los personajes a través del narrador. Es un diálogo narrado. Ejemplo:
“Al ver la mala cara que tenía Luis, su amigo Carlos le preguntó si se encontraba cansado. Luis respondió que un poco sí, ya que no había parado en todo el día”.
- Monólogo interior: se produce cuando un personaje habla consigo mismo, expresando libremente sus pensamientos.
ELEMENTOS DEL DISCURSO NARRATIVO
Narrador: el narrador es quien conduce la historia, presenta a los personajes, explica las circunstancias en que se desarrollan los hechos que narra, etc. El narrador no es el autor de la narración; el narrador es un emisor imaginario. Hay dos tipos básicos de narrador:
Narrador en tercera persona (o narrador externo): el narrador cuenta hechos que les han ocurrido a otros, es decir, no participa en la historia.
Narrador en primera persona (o narrador interno): participa en la historia como protagonista o como otro personaje, contando lo que ocurre en primera persona.
Estructura de la narración: Puede ser de distintos tipos. La más frecuente es la estructura lineal (es decir, la que sigue un orden cronológico), en la que se distinguen tres partes:
1. Planteamiento: Presentación de los personajes y su entorno.
2. Nudo: Parte central de la historia, la más larga, en la que sucede el conflicto.
3. Desenlace: Es el final de la historia.
El espacio: es el lugar en el que se desarrollan los hechos narrados. Los espacios pueden ser abiertos (un bosque, una playa, una ciudad, una calle, una isla desierta...) o cerrados (un hospital, una habitación, una comisaría de policía, un vagón de tren...).
El tiempo: sitúa la narración en una época concreta (la Edad Media, el siglo XVIII, el año 4025...), y expresa la evolución de los hechos y personajes.
Los personajes: según su importancia en la historia, podemos clasificarlos en
1. personajes principales : son el eje de la historia. El protagonista es el personaje más importante. A veces se le opone un antagonista.
2. personajes secundarios : acompañan a los principales, dialogan con ellos... Pueden clasificarse en aliados (los que ayudan al protagonista) y oponentes (los enemigos del protagonista).
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