En los textos prescriptivos predomina la función apelativa, ya que se utiliza el lenguaje para influir en la conducta del receptor. También se da en ellos la función representativa, pues se aporta información para llevar a cabo la acción prescrita.
Clasificación de los textos prescriptivos
Existen dos tipos de textos prescriptivos: las normas (o textos normativos) y las instrucciones (o textos instructivos).
Los textos normativos son los que recogen órdenes o normas con las que el emisor pretende regular el comportamiento del receptor. Por ejemplo, las leyes, las normas de circulación, las normas para el uso de una biblioteca…
Los textos instructivos son los que recogen instrucciones para que el receptor lleve a cabo una tarea. Suelen estar estructurados en pasos que pretenden guiar la acción del receptor. Por ejemplo, una receta de cocina, las instrucciones para lavar una prenda, para instalar un programa en el ordenador, etc.
Estructura de los textos prescriptivos
Suelen estar estructurados en dos partes: la meta y el programa.
La meta expresa el objetivo de las normas o de las instrucciones. Se expresa de forma breve y suele ser el título mismo del texto.
El programa es el conjunto de normas o instrucciones que se deben seguir para alcanzar la meta. En el caso de las instrucciones, los pasos suelen ordenarse cronológicamente.
Características lingüísticas de los textos prescriptivos
Para ser eficaces, los textos prescriptivos deben estar escritos en un lenguaje claro, preciso y sencillo que pueda ser comprendido fácilmente. Es frecuente la presencia de explicaciones breves e imágenes que aclaren el contenido del texto. También son habituales los marcadores que expresan orden (números, letras, puntos, adverbios o locuciones adverbiales de tiempo: en primer lugar, después, a continuación, por último…).
En los textos prescriptivos suelen aparecer tecnicismos propios del tema del que trate el texto (mecánica, cocina, jardinería…).
La sintaxis debe ser sencilla, con predominio de oraciones simples.
Las formas verbales más frecuentes son
- Imperativo: Cuece la pasta en abundante agua salada.
- Infinitivo: Cocer la pasta en abundante agua salada.
- Construcciones con “se”: Se cuece la pasta en abundante agua salada.
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