LA NOVELA (2º Bachillerato)

Concepto, origen y evolución

En líneas generales, podemos definir la novela como una narración extensa, en prosa, de sucesos ficticios, más o menos inspirados en la realidad. La palabra novela procede del italiano novella, 'noticia, historia o cuento breve', que a su vez proviene de novellus, 'pequeña novedad, pequeño nuevo detalle' (diminutivo latino de novus, 'nuevo'). El novelista crea sucesos nuevos (basados a veces en hechos reales), pero verosímiles, y los narra con un lenguaje literario. La aspiración máxima del novelista es que el lector se fije no solo en la historia en sí, sino también en la forma en que está escrita.

La novela es un género tardío. En la literatura española, las primeras novelas modernas son el Lazarillo de Tormes y El Quijote. El Lazarillo es una novela realista (se opone así a las novelas idealistas del Renacimiento: caballeresca, sentimental, morisca...), siendo el realismo el elemento fundamental de la novela moderna. También encontramos realismo en El Quijote, así como la ironía y la búsqueda del destino personal que caracterizan a la novela moderna.

En los siglos XVII y XVIII la novela se estanca, y resurge con gran fuerza en el siglo XIX, alcanzando la plenitud de su desarrollo en el Realismo, momento en que la técnica novelística se caracteriza por la observación de la vida con objetividad y detallismo minucioso.

En el siglo XX, debido a la quiebra de las concepciones básicas del XIX, pierde importancia la novela realista decimonónica y surge la novela contemporánea, en la que el lector cobra un papel más activo. Son decisivas las influencias de novelistas extranjeros como James Joyce, Franz Kafka, Marcel Proust, etc. La novela contemporánea es a menudo una obra abierta, con varias posibilidades de interpretación.

Principales características de la novela:

• Crea un mundo ficticio (aunque esté basado en la realidad), que debe ser verosímil y mantener una coherencia interna (aunque sea una novela fantástica).
• Tiene una fuerte carga connotativa.
• A diferencia del cuento, suele tener muchos personajes, la trama es compleja y a veces se mezclan varias historias simultáneas.
• Combina la narración con la descripción, el diálogo y el monólogo. El diálogo puede plasmarse de distintas formas (estilo directo, estilo indirecto, estilo indirecto libre).

Elementos de la novela:

a) Narrador: Es la voz que va contando la historia. Podemos distinguir dos tipos de narradores:

-Narrador externo (en tercera persona), que puede ser:

            -Narrador omnisciente: conoce todo acerca de la historia y de los personajes (sus                 pensamientos, sentimientos, su pasado, su futuro...).

            -Narrador observador externo: solo nos cuenta, desde una perspectiva externa, lo      que ve y lo que oye (frecuente en la novela social de los años 50).

-Narrador interno (en primera persona), que puede ser:

           -Narrador protagonista (como Lázaro de Tormes)

          -Narrador personaje secundario (como el doctor Watson de las novelas de Sherlock               Holmes o Ángela Carballino en San Manuel Bueno, mártir).

La primera y la tercera persona pueden combinarse en el narrador editor (que finge conocer los hechos indirectamente, por documentos que le han llegado accidentalmente: cartas, diarios...) y en el narrador cronista (por ejemplo, si el relato surge de una investigación periodística).

En la novela actual abunda la narración en primera persona, que conlleva un subjetivismo ilimitado (por ejemplo, en las novelas de Javier Marías). Existen también novelas narradas en segunda persona, aunque esto es poco frecuente. Por otra parte, en muchas novelas modernas hay distintos narradores que van alternándose, lo que proporciona una enorme riqueza, pues obtenemos así una percepción de la realidad desde distintos puntos de vista.

b) Acción o trama (es decir, los sucesos que van transcurriendo en la novela). La estructura clásica de la acción es la lineal (planteamiento, nudo y desenlace). En la novela contemporánea no se respeta siempre la sucesión cronológica de los hechos, sino que el autor sigue una lógica atemporal que los enlaza desde otra perspectiva. Encontramos así recursos como la analepsis o retrospección (flash-back), la prolepsis o anticipación (flash-foward) o la narración paralela o en contrapunto (de forma alterna, se van desarrollando al mismo tiempo dos o más historias o momentos de la misma historia, como en el Réquiem por un campesino español de R. J. Sender).

c) Personajes: Son los individuos que llevan a cabo la trama. Pueden clasificarse, según su importancia en el relato, en personajes principales (de los que el protagonista es el centro), secundarios y fugaces. Por otra parte, pueden clasificarse en personajes redondos o planos, según que evolucionen o no a lo largo de la novela.

d) Espacio: Es el lugar donde se desarrolla la acción de una novela y por donde se mueven los personajes. Los espacios se pueden clasificar en exteriores o interiores, rurales o urbanos, realistas o fantásticos...

e) Tiempo: Debemos distinguir entre tiempo externo (la duración de los hechos narrados: un día, dos semanas, veinte años...) y tiempo interno (transcurre más lento o más rápido, dependiendo de lo que el autor se detenga a la hora de contarnos un determinado acontecimiento). En relación con el tiempo interno podemos hablar de elipsis narrativa (se suprime una parte de la historia, de la que no se dice nada), tiempo-escena (el narrador cuenta los hechos con todo detalle, como en los diálogos y en los monólogos), sumario (se resume lo fundamental de un periodo en pocas líneas), pausa (se frena el ritmo de la historia, por ejemplo para describir) o digresión (se para la historia para introducir una reflexión ajena a la misma, al menos en apariencia).

Por último, podemos clasificar la novela según su temática en novela negra o policíaca, de ciencia-ficción, de terror, histórica, de aventuras, de personaje...