FEDERICO GARCÍA LORCA


            Nace en Granada, el cinco de junio de 1898, en el seno de una familia acomodada. Desde pequeño sentía pasión por el teatro, y siendo niño hacía en su casa funciones con marionetas.

            En Granada estudió Letras y Derecho, aunque sólo acabó Derecho. No era buen estudiante. Sí fue un músico excepcional, amigo de Manuel de Falla. Tocaba muy bien el piano.

            En 1917 viaja a Baeza, y  participa en un recital con Antonio Machado, Lorca interpretando al piano a Manuel de Falla y Machado leyendo su “Romance de Alvargonzález”.

            En 1919 se instala en la Residencia de Estudiantes, en Madrid. Este hecho fue decisivo en su formación. Allí trabó relaciones con escritores consagrados, como Juan Ramón Jiménez, con artistas jóvenes, como Dalí o Buñuel, y con los poetas de su generación. Su personalidad y su obra lo sitúan pronto a la cabeza del grupo.

            Durante el curso 1929-1930 vive en Nueva York como becario (fue para aprender inglés), y esta experiencia lo marcará profundamente. Allí entra en contacto con la poesía negroide, mundo que le atrae mucho, hasta el punto de que en Poeta en Nueva York se respira esta atmósfera.

            En 1932 funda La Barraca, grupo teatral universitario con el que recorre los pueblos de España representando obras clásicas. En 1933 hace un viaje a Buenos Aires, donde representa con gran éxito dramas de Lope y Calderón.

            En 1934 se le reconoce ya como un poeta consagrado. Se le hacen homenajes y su reconocimiento es universal. Comienzan sus actividades políticas, de signo izquierdista. Pero nunca fue un político. Se comprometió con los pobres, los desheredados...
           
            La guerra civil le sorprendió en Madrid. Decidió marcharse a Granada, con su familia, porque creyó que allí estaría más seguro. Al principio se sintió amparado por su amigo el poeta Luis Rosales, que era falangista y pertenecía a una familia muy influyente de Granada. Pero, durante una ausencia de Luis, fue detenido. El 19 de agosto de 1936 fue fusilado en el barranco de Víznar, junto con un maestro y dos banderilleros.

            La personalidad de Lorca ofrece un doble rostro: por un lado, su vitalidad desbordante y arrolladora, su carácter abierto, su simpatía; por otro lado, un sentimiento de frustración, un íntimo malestar, quizá debido a su condición de homosexual.

            Obra 
 
            El tema central de su obra es precisamente el tema del destino trágico, la imposibilidad de realización, la frustración. Esa frustración se manifiesta de diferentes maneras: el conflicto entre el individuo y la sociedad (por ej., en La casa de Bernarda Alba), entre el deseo y la realidad (por ej., en el “Romance sonámbulo”), etc.

            Lorca destaca por dos géneros, la poesía y el teatro.

Dentro de la poesía,  sus primeras obras son Libro de poemas (1921), Canciones (1927), Romancero gitano (1928), Poema del cante jondo (1931).En estos dos últimos libros plasma la “Andalucía del llanto”, el dolor, la muerte; el pueblo gitano, por su condición de marginado, es un símbolo de la marginación, de la frustración, del destino trágico.

            Poeta en Nueva York refleja la visión de Lorca sobre esta ciudad, en la que vivió entre 1929 y 1930; es una visión desgarrada: el poder del dinero, la esclavitud del hombre por la máquina, la injusticia social, la deshumanización... Una de las partes del libro está dedicada a los negros, en quienes Lorca ve “lo más espiritual y delicado de aquel mundo”. Este libro está compuesto con una técnica surrealista: imágenes oníricas, versículos largos..., lo que da la sensación de fragmentos tomados de los sueños.

            El Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías (1935) es una elegía por aquel amigo torero. Le siguen Diván del Tamarit, inspirado en la poesía arábigo-andaluza, y los Sonetos del amor oscuro, inéditos hasta los años 80.

            En el teatro de Lorca destacan sobre todo

·     Bodas de sangre (1933), basada en un hecho real: una novia que se escapa con su amante (hombre casado) el mismo día de la boda. Se trata de una pasión que desborda barreras sociales y morales, pero que desembocará en la muerte.
·      Yerma (1934) es el drama de la mujer condenada a la infecundidad. Del choque entre las ansias de ser madre (anhelo individual) y la fidelidad al marido (imposición social), surge la tragedia.
·      Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores (1935) es un drama sobre la espera inútil del amor.
·      La casa de Bernarda Alba (1936) plantea el conflicto entre libertad y autoridad, conflicto que desembocará en la muerte.

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